Voluntariado

Voluntariado de Autismo:

Para poder entender mejor la igualdad y diversidad, nuestro grupo ha asistido a una asociación de Autismo llamada "Respiro"; esta asociación se desarrolla en el centro de servicios sociales de Armilla en Granada.

Estos niños con TEA están comprendidos en las edades entre 6 y 19 años, dividiéndose por tanto en dos grupos, denominados cada uno como "niños" y "adolescentes". A pesar de esta división, todos los niños cuentan con  un determinado tiempo y espacio para unirse entre ellos a pesar de ser de distintas edades, esto sucede en la hora de la merienda y en la hora de salir al parque.

Cada grupo de niños o adolescentes cuenta con "gigantes" asi´nos denominan a los voluntarios que asistimos, y a los monitores del centro. Durante la hora y media de talleres tanto niños como adolescentes realizan diferentes actividades relacionadas con manualidades para incentivar e incrementar su aprendizaje.

Hemos asistido en dos ocasiones a esta asociación, separándonos todas en cada uno de los talleres, hemos realizado actividades de dibujo, manualidades y murales relacionados con el aprendizaje de los colores, las palabras, letras y números. Además, mediante estos talleres hemos trabajado con ellos la autonomía de la que carecen para que logren ser más independientes en casa y en su vida social. Hay que dejar claro que mediante asociaciones como Respiro los niños no van a conseguir dejar de ser autistas, pero no hay que pensar que esto supone un problema, pues, mediante ayuda de personas como nosotras podemos mejorar su nivel de vida.

Algo que nos ha gustado mucho es la relajación que hay después de los talleres y juegos, pues en ese rato los niños se calman y son capaces de pensar y reflexionar acerca de lo sucedido. 

Voluntariado aspace:

Asistimos a una asociación "aspace" para personas con necesidades especiales, parálisis cerebral. La asociación tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral, afines y familias, promoviendo su desarrollo personal y la igualdad de oportunidades.

Durante dos meses, ivamos una tarde a la semana, ayudábamos a los monitores a darles de merendar y a continuación comenzaban las actividades; realizamos un teatro, trabajos manuales, excursiones, musicoterápia y un montón de actividades más. 

Mediante este voluntariado nos concienciamos más sobre esta enfermedad y que a pesar de sus necesidades especiales, pueden llegar a conseguir lo que se propongan, mediante la ayuda de todos.

Algo que llamó nuestra atención fue que a pesar de tener esa enfermedad, sin cura, se les veía felices y contentos con lo que hacían en la asociación, lo cual nos hizo pensar que a veces le damos demasiada importancia a algo que en realidad no la tiene, enseñándonos, así,  a valorar un poco más lo que tenemos.